Lactoplastia es un alisado suave sin formol, progresivo.
Apto para cualquier tipo de cabello, sea cual sea su estado, aunque es preciso ser muy cuidadoso a la hora de elegir la temperatura de planchado. En el caso de cabellos finos es preciso trabajar a 180º C y en cabellos fuertes y duros a 230º .
Los resultados del antes y el después del tratamiento con lactoplastia dejan ver que el cabello se homogeniza. No hay encrespamiento, el brillo se multiplica y finalizado se ve un cabello lacio, sin frizz, sedoso y liviano.